ARMAS CO2
Las pistolas de CO2 son un tipo de arma muy utilizada por varios motivos. En primer lugar su control es inferior al de la mayoría de armas de fuego hasta en los estados menos permisivos con este tipo de artefactos; por otra parte, su diseño y funcionamiento sencillos hacen posible que el producto final se pueda vender a un precio más reducido, y su uso más habitual es el destinado a fines lúdicos, aunque tiene cabida a nivel profesional, por lo que ha acabado convirtiéndose en un producto común entre los amantes de las armas.
Independientemente de los materiales utilizados en su fabricación, que comúnmente suelen ser el acero u otros metales de alta resistencia en el cañón, la importancia de estas armas reside en su sistema. Aprovechando la propulsión generada por el aire comprimido, los balines o BBs –dependiendo de la munición que acepte el arma– salen disparados a alta velocidad; así pues, el funcionamiento de estos productos se basa en la inserción de pequeñas bombonas de CO2 en estado líquido, normalmente en la culata del arma. Cuando la bombona se perfora en el interior de la cámara el líquido pasa a estado gaseoso y quedando muy comprimido, lo que hace que empuje la munición de manera violenta cada vez que es liberado. Las bombonas son productos consumibles que han de reponerse cada vez que se agota el CO2.